- Autor: Jan Van Eyck (1390-1441).
- Fecha: en el siglo XV en Italia.
- Arte: gótico . Flamenco
- Género: Pintura al óleo sobre tabla.
- Contexto histórico: supone el final del feudalismo y la renovación del mundo urbano y del mundo del comercio y los talleres artesanales.Durante la Baja Edad Media, algunas ciudades de los Países Bajos se transformaron en prósperos centros comerciales e industriales, y en consecuencia, a la tradicional clientela de obras de arte se añadió una adinerada burguesía.A partir del s.XV, Flandes se convierte en uno de los principales centros pictóricos europeos.A finales del s.XIV, Flandes queda unificada bajo dominio de los duques de Borgoña, que aportan el lujo, el refinamiento y el ceremonial de la corte a estos territorios. Se desarrolla este estilo en un momento de auge económico, por lo tanto es un arte que refleja el modo de vida tanto de la rica aristocracia como de la burguesía. Los pintores flamencos recibían encargos de retratos y trípticos religiosos destinados a los oratorios y casas particulares de los burgueses, lo que ex plica el pequeño tamaño de los cuadros.
-Composición: sencilla, equilibrado y responde a un eje de simetría vertical que parte de la lámpara, continúa en el espejo de la pared y termina en la figura del perro; a un lado y otro se disponen las dos figuras del cuadro, unidas a través de las manos.
COMENTARIO:
Este cuadro representa una escena donde el primer plano aparecen los protagonistas, un hombre y una mujer, cogidos de la mano.Él, descalzo, con tocado y ropajes oscuros,eleva su mano derecha, y ella, ataviada con un vestido de abundantes pliegues y cubierta con una toca blanca,deja descansar la mano que tiene libre sobre su vientre, mientras un pequeño perro nos mira desde sus pies.
Sobre ellos pende un candelabro de seis brazos con una sola vela encendida que no consigue iluminar la estancia, ya que esta función se haya encomendada a un ventanal que se abre a nuestra izquierda. Sobre el arcón bajo la ventana descansan unas piezas de fruta.Frente a la ventana, en el extremo opuesto de la estancia, aparece una cama con dosel vestida con telas de un rojo intenso y, en el último plano, un sillón adosado a la pared, del que sobresalen un par de zapatos en su parte inferior. Sobre este sillón se sitúa un rosario de hermosas cuentas de cristal y, algo más arriba, un espejo convexo parece presidir la escena, por su posición central. En él se reflejan, no sólo las figuras de sus protagonistas y la estancia en la que ésta se desarrolla, sino que también lo hacen un personaje vestido de azul, identificado por los críticos como el autor del cuadro, y un joven de rojo, situados ambos en el umbral de la puerta de entrada.
-Simboliza: el candelabro de seis brazos, con su vela solitaria encendida en un momento del día que no requiere su luz, simboliza a Jesucristo que todo lo ve y que con su presencia santifica el matrimonio; el perro que aparece a los pies de los esposos es el símbolo de la fidelidad que los dos se prometen en este acto; los rosarios de cristal y el espejo convexo hacen referencia a la pureza (una de las imágenes asociadas a la Virgen es la de espejo sin mancha); los frutos que hay sobre el arca y el alféizar de la ventana recuerdan el estado de inocencia de los hombres, antes de que Adán y Eva cometieran el pecado original. Lo mismo ocurre con los gestos y las actitudes de los personajes: las manos manifiestan juramento y unión matrimonial; los pies descalzos de ambos (los zuecos de ambos aparecen en distintos lugares de la alcoba) significa que pisan suelo sagrado, como es el matrimonio; el verde femenino de la mujer se asocia a la fertilidad; el rojo del lecho a la pasión.
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