-AUTOR: por el maestro del barroco Gian Lorenzo Bernini (1598-1680)
-FECHA: entre 1622 y 1625
-LOCALIZACIÓN: expuesta en la Galleria Borghese en Roma.
-CONTEXTO HISTORICO: Es una época de grandes contrastes: monarquías absolutas cuya máxima
representación sería Luis XIV frente al triunfo parlamentario en
Inglaterra o en Holanda.
*En el terreno social, nobleza por un lado en algunos países como España frente a burguesía en Holanda.
*En el terreno económico, perviven las tradiciones de terratenientes frente a los primeros capitalistas.
*En el campo religioso, la ruptura católico-protestantes ya es un hecho.
Las guerras entre ellos son continuas y por parte de la iglesia católica
existe una gran necesidad de propaganda, de esplendor, de expresión de
superioridad.
*En el terreno cultural, se mantienen las doctrinas tradicionales pero se desarrolla todo el empirismo.
En el terreno artístico, hay un núcleo que lo aglutina, siempre se mueve
en torno a una ciudad que se convierte en el símbolo de este nuevo
mundo y cuyos elementos más visibles son la presencia de templos, de
plazas. De amplias calles, de fuentes,... resultando una labor
urbanística a la que se añaden palacios y que refleja el orgullo de
Papas, de reyes, de nobles o de la burguesía. En ellos, el artista
adquiere un gran prestigio aunque se le sigue considerando artesano
participará en academias que difunden su estilo y en la mayoría de los
casos, encontrará su libertad limitada por los caprichos de los mecenas.
-MATERIAL: màrmol
-COMENTARIO: Representa el mito de Dafne, nombre que en griego significa laurel. Era
una ninfa hija del dios-río Peneo que transcurre por la región de
Tesalia. El dios Apolo, afectado por una de las flechas de Eros, la
amaba, pero ella no le correspondía y le esquivaba. En una ocasión Apolo
la persiguió, y ella huyó hacia las montañas para evitarlo; entonces
ella se encomendó al dios del río Peneo, que la transformó en un laurel.
De sus pies iban saliendo raíces y sus extremidades se convertían en
frondosas ramas del árbol que desde ese momento fue el consagrado al
dios Apolo y pasó a representarlo.
La transformación la relata Ovidio en sus Metamorfosis. Este mito
ilustra el origen de uno de los símbolos típicos del dios, la corona de
laurel.
Bernini captura la transformación de Dafne con intensa emoción,
retratando las diferentes etapas de sus cambios. Al igual que sucede en
otra de sus obras, el Rapto de Proserpina, la obra nos pide que
interactuemos con ella: vista desde la espalda de Apolo, la figura de
Dafne queda oculta, mostrándonos sólo el árbol en que se transforma, de
modo que girando alrededor de la estatua tenemos una visión en el tiempo
de la metamorfosis de la ninfa.
La contraposición de los elementos y el uso del claroscuro reflejan la
fuente de la escultura helenística de la que bebe Bernini.
También en el periodo helenístico existía esta percepción de Apolo como
un muchacho andrógino, joven y delgado, con un peinado casi femenino,
aspectos representados también en esta estatua.
Aunque Apolo predicaba la virtud griega de la sophrosyne, la moderación y
la sobriedad, esta estatua le muestra persiguiendo desesperadamente a
su amor, en vano.
Esta escultura se inspiró en el Apolo Belvedere de Leocares. La
composición se realiza en plano-relieve, encontrándose llena de
dinamismo y difuminación. El grito de horror de Dafne y el rostro
perplejo de Apolo nos muestran un contraste de actitudes y aspectos que
reflejan el interés por la representación de las emociones y los
afectos. Es la mejor plasmación del instante y del movimiento en mármol.
También aquí es aplicable la lectura de carácter moral, como premio a la virtud y a la virginidad.
-CONCLUSIÓN: Bernini
se muestra en esta obra como el maestro indiscutible de la escultura
barroca no sólo en Italia sino en toda Europa, como un virtuoso en el
tratamiento del mármol, renunciando al bloque único característico de la
escultura renacentista, así como un genio a la hora de representar la
emoción y el movimiento.
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